jueves, 1 de agosto de 2013

LA LEYENDA DEL HOMBRE CAIMAN

Cuenta la leyenda que en la localidad de plato vivía un hombre pescador, al que le gustaba mirar a las mujeres que lavaban y se bañaban en las aguas del río Magdalena. Tenía tanto interés por observarlas, pero a la vez tanto miedo de ser descubierto que fue en busca de un brujo a la alta guajira. Este brujo le dio como solución dos pócimas, una roja y otra blanca. Con la poción roja se convertiría en caimán, y podía observar de cerca a las muchachas sin peligro de que lo descubrieran y luego, lógicamente, le fueran a dar un escarmiento. La poción blanca en cambio lo devolvería a su estado natural humano y un amigo debía suministrársela a la vuelta de sus correrías.

Durante un tiempo el hombre disfruto de su condición y de sus correrías, observando a las mujeres mientras se bañaban, inocentes, en el río. Un día su compinche no pudo acompañarlo, pero envió a otra persona que era la encargada de suministrarle la pócima que lo haría hombre. Al ver el caimán de cerca, el hombre se asusto y dejo caer la botella, derramándose su contenido. Se perdió el antídoto, pero unas gotas cayeron sobre la cabeza del hombre caimán, dejándolo mitad hombre, mitad caimán.

A partir de ahí el hombre no pudo espiar a más mujeres mientras se bañaban por que se convirtió en el terror del lugar. Nadie se baño mas en esa parte del río y el hombre caimán solo era visitado por su madre, quien le preparaba y llevaba sus alimentos favoritos. A la muerte su madre el hombre caimán decidió dejarse arrastrar por el río hasta su desembocadura, donde desapareció. Aun hoy los pescadores tienen la esperanza de cazarlo.



Plato tierra donde un Hombre se volvió Caimán!!!

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